martes, 12 de octubre de 2010

La famosa entrevista de Fran Álvarez destripada por los críticos.


Dice Fran Álvarez, el marido de Belén Esteban, que rechazó los 500.000 euros, “limpios y negociables”, que le pagaban por entrevistarle en Antena 3 para asistir gratis a “Sálvame Deluxe” (Telecinco), la cadena donde trabaja su mujer.

  Fran le ha puesto los cuernos a Belén, y ahora quiere que le perdone contando todas sus miserias ante millones de telespectadores. Y gratis. “Renunciar por amor a medio millón… No sé si darte un bofetón”, le dijo Matamoros, uno de esos hermanos con aspecto de sicópatas de Tarantino. Pues qué quieren que les diga… yo estoy con él. ¿Con Tarantino? No, no. ¿Con Fran? Tampoco, coño. Con Matamoros: no están los tiempos como para dejar pasar medio millón de euros (libres de impuestos y en billetes usados).


Seguramente arrepentido de su decisión, el chaval se sentó frente a Jorge Javier Vázquez la noche del viernes hecho un flan. Pálido, sudoroso, tembloroso… Hacía tiempo que no veía a alguien pasar un rato tan malo en un plató de televisión. Seguro que estaba pensando: “debería haber trincado el medio millón, haberle pagado otro recauchutado a la parienta… y pelillos a la mar. ¡Si es que soy golipollas!”. Pero ya era tarde, ya estaba sentado delante de media España, deshidratándose, apuñalando los tiempos verbales y contando sus “encuentros sexuales” como una verdulera. ¡Y gratis! En ese momento todos los que tenía a su alrededor estaban cobrando. El presentador, una pasta. Los invitados, más de lo que nunca hubieran soñado. Los cámaras, los del sonido, el realizador… Hasta el público seguro que recibió un bocadillo y una botella de agua. Y en la cima de esa pirámide de mierda, construida sobre el cadáver de un chaval de barrio, los accionistas de la cadena: Telecinco arrasó a sus rivales con una audiencia del 23%, muy cerca del récord (26%) que consiguió precisamente Belén Esteban en el programa en que presentó su nueva imagen quirúrgica.
Fran es un pardillo, y tenía que haber pedido consejo a alguien que sepa cuál es el precio del amor. Por ejemplo a Julián Muñoz. Cachuli es un tipo que conoce a las mujeres y ha manejado dinero pringoso, así que seguro que le habría aconsejado sabiamente: “pilla el medio millón, capullo”. En cualquier caso, y aunque fuese para donarlo a una  ONG, Fran debería haber cogido la pasta. Porque colaborar de manera gratuita con una cadena como Telecinco o Antena 3 es tan sucio, miserable y condenable como financiar una organización terrorista. Con lo que se ahorró el viernes Paolo Vasile hará nuevos programas, pagará a otros invitados-monstruos, continuará intentando que la sociedad sea más ruin, más sucia, más estúpida. Peor.

Javier Pérez de Albéniz/Eldescodificador.worldpress.com

 Ella, claro. No hay otra: Belén Esteban. ¿O es que hay otra persona en el mundo que suscite interés? No estoy muy seguro de poder desmentir la siguiente astracanada: que Telecinco va a presentar la candidatura de Belén Esteban para el premio Nobel de la Paz. Me la ha mandado un lector por e-mail y no me he resistido a trasladarle a usted la propuesta. Tan rutilante candidata –que, por otra parte, no desmerece de los galardonados con el premio en los últimos años– daría la justa medida de la España de nuestro tiempo. Solo una cosa puede echar barro sobre la bandeja: las confesiones de Fran, el ex, que este fin de semana ha largado lo suyo. Dice el señor Fran que lo ha hecho sin cobrar. Más precisamente: es Telecinco la que lo ha dicho. De donde uno puede deducir la siguiente carambola: Telecinco contrata a Fran para que hable sin cobrar. ¿Extraño? Después de todo, cosas más raras hemos visto. Hablando de cosas raras, y cambiando de tercio, el venerable Oliart ha proclamado que si los españoles queremos una televisión pública, tendremos que pagarla. Hombre, señor Oliart, sí que queremos una televisión pública, pero sólo una, y para que ofrezca contenidos acordes con su rango, y no para que Cayetana Guillén Cuervo se dé la gran vida. Aunque, si bien se mira, eso que cobra Cayetana es excremento de paramecio comparado con lo que el mencionado Fran –y volvemos a lo de antes– dice que le han ofrecido por ‘cantar’: medio millón de euros. Sí, ha leído usted bien: ¡medio millón! Pregunta: ¿Hay en España algún imbécil capaz de pagar ochenta y ocho millones de pesetas para que hable el ex de Belén Esteban? Es bien sabido que en España no cabe un tonto más, y nuestra tele no es una excepción, pero, incluso en esas condiciones, se me hace difícil creer que alguien pueda hacer semejante estupidez. Más bien me inclino a pensar que todo forma parte del mismo montaje. Del marketing a la sordidez. Son precisamente estas cosas de las privadas las que hacen preciso que exista la Pública, para equilibrar el paisaje. Pero lo dicho: solo una. Y sin salarios cayetanos. 

JJ Esparza/Colpisa.es 


El programa del que Belén Esteban cree ser copresentadora lleva haciendo una semana de magníficas audiencias sin la presencia de su copresentadora. Pero a su costa y gracias a ella. El lunes pasado, después de que la amante de su marido saliera el viernes en «DEC» tirando de las sábanas, «Sálvame» tuvo 2.236.000 espectadores y un 21,9 por ciento de cuota de pantalla, lo que suponía la mejor cifra desde febrero. Y los números de toda la semana han estado por encima de la anterior. Pero es que el martes, «Enemigos íntimos», que llegó a alcanzar el 25 por ciento, consiguió su récord con el mismo asunto llevando a Rocío, la hermana de la amante y quien levantó la liebre hace meses (aunque luego el tema se olvidó). El jueves, el especial «La princesa del pueblo II» y, sobre todo, el debate posterior, tuvo un 24, 2, sin rival en la madrugada. Y el viernes, «Sálvame Deluxe», con el marido de Belén, hizo su mejor registro (23,3 y casi tres millones de espectadores) desde la operación de cirugía plástica y la reaparición de la Esteban, que consiguió un 26, lo que demuestra que en la de San Blas no sólo se disfruta su sufrimiento. «DEC», repitiendo con Arantxa, la amante, se quedó en un 8,4. Porque el interés mengua según los grados de separación con la protagonista.
Por supuesto, «La noria» continuó el sábado con un debate sobre la infidelidad y con la última hora, que consistía, según Luis Rollán, en la noticia de la celebración de una fiesta de pijamas de Andrea Janeiro en la nueva casa de Paracuellos y cuarenta periodistas haciendo guardia en la puerta como quien espera a que desentierren a los mineros chilenos. Lo bueno es que, con Belén, Paracuellos está adquiriendo nuevas connotaciones.
Ni que decir que estas audiencias juegan en general en la segunda división, salvo por lo que respecta a las madrugadas. Es decir, en las sobremesas los titanes son «Amar en tiempos revueltos» y las telenovelas de TVE, cadena que también está en la primera división de los jueves («Águila roja» gana a cualquier princesa, del pueblo o del guisante). Y de los viernes, con el fútbol, como pasó con el España-Lituania o como pasaba con José Mota. Dicho esto, hay que pasar a la cuestión más importante. Parafraseando a Oliver Stone, ¿qué ha escrito Belén Esteban que interese a nadie? Que interese a Telecinco, su casa, y a Antena 3, que se encarga de dar combustible. O a La Sexta para que «Sé lo que hicisteis» haga mofa con el asunto. Belén es como la Selección Española de fútbol. Puede que unos tuvieran el Mundial pero todos tenían sus programas dedicados al equipo nacional. Belén vive en un permanente show de Truman consciente. Ahora, con la infidelidad en directo, estamos inmersos en un «belenazo». Como ha habido otros y como llegarán otros mientras el personaje, por las razones que sea, siga manteniendo el interés. Mientras en la neotelevisión del siglo XXI, lo que aparentemente no tendría por qué generar atención adquiera categoría de muy interesante para tanta gente. Para los que lo ven y para los que luego hablan de ello para criticarlo.
Fran Álvarez, ese hombre sudoroso como Albert Brooks en «Al filo de la noticia», fue el viernes a «Sálvame Deluxe» con la banda sonora en el imaginario popular de Los Chunguitos y de Paquita la del barrio (y hasta de «La barbacoa» de Georgie Dann). Había rechazado 500.000 euros de la competencia como prueba de amor. Banda sonora número 1: «Si me das a elegir entre tú y la riqueza… me quedo contigo». Banda sonora número 2: «Tres veces te engañé, tres veces te engañé». Y España (o así), pendiente de si Belén lo va a perdonar. Lo más probable es que ella no reaparezca hasta el próximo viernes. ¿Se aguantará la tensión dramática esta semana? ¿Quitarán los mineros chilenos protagonismo a Belén?
 
Rosa Belmonte/ABC.es


1 comentario:

Ariadne dijo...

El Jueves se ha imaginado como sería España liderada por Belén Esteban http://bit.ly/dsJPmG son la caña!!