Su móvil echa fuego. “Me acaba de llamar Jaime Cantizano. Sé que me felicita de corazón”, nos dice Jorge Fernández, el flamante Premio Ondas al Mejor Presentador.
¿A quién se lo vas a dedicar cuando lo recojas el día 20?
Aún no he pensado en ello. ¡Déjame disfrutar del momento. Estoy alucinado con este premio tan prestigioso! Es la recompensa a mi esfuerzo, porque soy muy currante y tenaz dentro y fuera del plató. Aunque también entra en juego el factor suerte. No me habrían dado el Ondas de no caer en dos programas muy diferentes, como son La ruleta de la suerte y Esta casa era una ruina.
¿Te ha costado reivindicarte como presentador?
Al principio sí, porque aunque llegué a la tele con humildad, el hecho de ser Míster España, provocó ciertas reticencias, pero enseguida me gané el respeto de los compañeros. Teresa Campos apostó por mí, y desde entonces sigo aprendiendo cada día.
¿Satisfecho de La ruleta…?
Cuando empecé hace dos años y medio, yo era el primero que no apostaba por el concurso como alternativa a los magazines de la mañana. Ahora somos líderes en nuestra franja, con el 27 por ciento de share.
Y con Esta casa era una ruina ganas a Hospital Central.
Poder facilitar un lugar digno a familias con problemas es muy gratificante. En este programa dejo fluir todos mis sentimientos. Me emociono y también sueño con sus historias. Y, como presentador, me encanta improvisar y poder resolver situaciones inesperadas.
Se nota que disfrutas ‘destrozando’ casas.
Eso es anecdótico. Lo emocionante de verdad, lo vivo cuando me despido de la familia.
¿Solventarás más casos?
Hemos firmado ocho entregas más de Esta casa era una ruina. Una de ellas será en un orfanato para niños de familias desestructuradas. ¡Su reacción cuando al final descubran su nueva casa será la bomba!"
SUPERTELE.
¿A quién se lo vas a dedicar cuando lo recojas el día 20?
Aún no he pensado en ello. ¡Déjame disfrutar del momento. Estoy alucinado con este premio tan prestigioso! Es la recompensa a mi esfuerzo, porque soy muy currante y tenaz dentro y fuera del plató. Aunque también entra en juego el factor suerte. No me habrían dado el Ondas de no caer en dos programas muy diferentes, como son La ruleta de la suerte y Esta casa era una ruina.
¿Te ha costado reivindicarte como presentador?
Al principio sí, porque aunque llegué a la tele con humildad, el hecho de ser Míster España, provocó ciertas reticencias, pero enseguida me gané el respeto de los compañeros. Teresa Campos apostó por mí, y desde entonces sigo aprendiendo cada día.
¿Satisfecho de La ruleta…?
Cuando empecé hace dos años y medio, yo era el primero que no apostaba por el concurso como alternativa a los magazines de la mañana. Ahora somos líderes en nuestra franja, con el 27 por ciento de share.
Y con Esta casa era una ruina ganas a Hospital Central.
Poder facilitar un lugar digno a familias con problemas es muy gratificante. En este programa dejo fluir todos mis sentimientos. Me emociono y también sueño con sus historias. Y, como presentador, me encanta improvisar y poder resolver situaciones inesperadas.
Se nota que disfrutas ‘destrozando’ casas.
Eso es anecdótico. Lo emocionante de verdad, lo vivo cuando me despido de la familia.
¿Solventarás más casos?
Hemos firmado ocho entregas más de Esta casa era una ruina. Una de ellas será en un orfanato para niños de familias desestructuradas. ¡Su reacción cuando al final descubran su nueva casa será la bomba!"
SUPERTELE.
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