Quizá lo que más le ha dolido a Victoriano Valencia, a su mujer Paloma y al resto de la familia hayan sido las declaraciones que Ortega realizó en el programa ‘¿Dónde estás corazón?’ el viernes pasado. Esa noche el maestro no estuvo a la altura que nos tiene acostumbrados y cargó las tintas sobre su amigo y ex apoderado acusándole de ser la mano negra que había actuado para que él no estuviera en el cartel de Fallas del 19 de marzo con Ponce y Manzanares. Una decisión en la que Victoriano no tenía nada que ver, entre otras cosas porque existe una cláusula en el contrato de arrendamiento donde se especifica que el Día Grande los tres toreros tienen que ser de la Comunidad Valenciana y José no lo es. Por lo tanto, y según el propio Victoriano, “no se le quitó porque nunca estuvo puesto”.
De ahí que en el ambiente taurino no se expliquen la reacción fuera de lugar de Ortega cuando ninguna fuente autorizada le había comunicado previamente el cartel. Y sobre todo porque Valencia nada tienen que ver con esa plaza. Una cosa es que hiciera el comentario porque José le había sugerido que le haría ilusión y otra muy diferente la realidad.
“El problema de Ortega es que tiene cerca un adulador que le llena la cabeza de humo diciéndole que es el mejor, que no puede faltar en esas corrida, que Ponce se debía haber puesto firme diciendo ‘o entra él en la terna o yo no toreo’ y por supuesto Victoriano apoyar esa decisión. A José no le interesó informarse del acuerdo que hay con la Diputación o incluso si entendía que había problemas, llamar al que había sido su apoderado durante cinco años y preguntarle directamente qué pasaba. Pero eso de ir a la televisión y encima cobrar 72.000 mil euros, que es la cifra que dicen ha recibido por traicionar a un amigo, es muy feo. Además, no se entiende por qué mete a Ponce en este lío cuando él se encontraba en América”, explica una persona muy cercana a la familia Valencia, indignado con los comentarios del torero murciano.
“Ni Victoriano ni mucho menos Ponce puede imponer a nadie”, dice. Afirman los expertos añadiendo que “incluso para Enrique habría sido más cómodo porque el que abre la plaza siempre es la figura que lleva más años toreando y habría sido José. Y con el primer toro cuesta romper el frío. La gente está menos atenta, hay quien aún no se ha sentando y no presta atención a la faena. José no tiene razón porque la carrera de Ponce es impecable, es buen compañero y nunca habría perjudicado a nadie y menos a Ortega”.
No sólo Valencia y Ponce consideran injustos los ataques, sino amigos y conocidos de los tres que no se explican la reacción del torero. Es más, recuerdan como fue Victoriano el que consiguió que su regreso taurino fuera por todo lo alto en la Plaza de Olivenza el año pasado. Valencia, un hombre noble y muy considerado por su trayectoria personal y profesional, quiso desde el principio aclarar la situación. Por eso, y tras las declaraciones televisivas, se puso en contacto con los empresarios de la plaza de la discordia para concertar una reunión en Valencia entre los protagonistas de la desagradable historia. Hoy martes, a las cinco de la tarde, será la reunión donde cada uno expondrá su realidad. Sobre todo quién fue o (fueron) los que le comunicaron a José (Ver ‘La retirada cada vez más cercana’) que torearía en Fallas. Lo que también esta claro es que a día de hoy a Victoriano este malentendido le ha afectado no sólo emocionalmente, sino físicamente. Al escuchar el discurso y las descalificaciones de su amigo y compañero se alteró de tal manera que la tensión arterial se le disparó hasta llegar a veinte.
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