IMPRESIONANTE ARTICULO QUE RESUME NOVIEMBRE QUEDANDOSE EN UN POBRE ALUMNO DE SABINA;
Domingo de noviembre
Estoy hasta los cojones de este mes. ¿Noviembre dulce? Y una mierda. Por fortuna se acaba en pocos días. Empezó mal y acaba con un proceso gripal vírico asqueroso de tomo y lomo. O sea, mal. Supongo que el cuerpo reacciona como puede a los maltratos.
El próximo maltrato es la Navidad. De pequeño, confieso, me gustaba, me divertía, me emocionaba con la cesta de turrones que le daban a mi padre en la fábrica de cemento, me decoraba la casa libremente y me montaba un auténtica Jerusalem en la mesa del salón con un belén digno de la franja de Gaza, más revuelto que formal. Ahora empieza a estomagarme tanta luz colgada por las calles, tanto escaparate obsceno de tontadas y tanto sms/mail que se avecina i-ne-vi-ta-ble-men-te. La postal navideñala es lo único que echo de menos por lo agradable, por el detalle, porque indicaba una pausa, una atención, un minuto de escritura, una selección... el sms es un reenvío de sandeces con angelitos y estrellas de por medio. Sí. Sé que caeré, aún así, caeré.
Caeré como caigo en los amores dañinos, como caigo en la tercera copa, como caigo en la onza de chocolate, como caigo en el segundo café, como caigo en la compra reiterada de guantes, como caigo en lacama rendido...
Hoy es domingo. De noviembre. ¿Para qué valen los noviembres?
LA RESACA DE MAXIM;
Las consecuencias de una noche de farra son evidentes. Primero sueño, luego malestar, después olor a humo, ver el día empezado, volver tarde (o pronto) con poca ropa y... helado de frío con el corazón hirviendo. O también: resfriado. Otra vez. La Gran Vía al amanecer es maravillosa, llena de gente desordenada y con el espíritu en espirales, sonrisas descompuestas y ojeras como goteras. Tan puta, tan madre, tan abierta, tan frívola, tan acogedora... Nunca esa avenida está tan íntima como cuando se despereza de la noche o de mañana. Se abre en canal discreta y acalla los ruidos. Me gusta esagran víatanto o más que un buen movimiento de sábanas.
Volví solo. Iba aañadir "claro". Sí. Volví solo, claro. El problema de salir de fiesta con una turmix de sentimientos es no conseguir olvidar que llevas el móvil en el bolsillo. ¡¡¡Estuve a punto de meterlo en los spaguettis de los chinos de fuencarral!!!!
LACOCTELERA.COM/MAXIMHUERTA
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