Hacía bastante tiempo que, los lunes, nadie se medía cara a cara con C.S.I., de Tele 5. Pero La familia Mata lo ha hecho. “Los actores debemos agradecer la confianza de la audiencia dotando nuestro trabajo de honestidad y rigor, y sin acomodarnos”, advierte Daniel Guzmán. En torno a su personaje, el bueno de Pablo, bascula esta nueva telecomedia de Antena 3.
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¿Dónde ha estado desde ‘Aquí no hay quien viva’? Me he tomado un año sabático porque necesitaba descansar, alejarme de la popularidad y recuperar la ilusión perdida por el trabajo. La familia Mata me la ha devuelto.
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¿Ha visto su secuela en Tele 5, ‘La que se avecina’? No, los domingos suelo volver de viaje del circuito de motos donde he corrido ese día.
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¿Y, a Diego Martín en su nueva serie de policías? Sí, porque me ofrecieron hacer Hermanos y detectives antes de la serie de Antena 3, y la rechacé. Diego ha sido valiente al afrontar su nuevo personaje.
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¿Qué tal se siente usted en la piel de Pablo? Bien. Es el personaje más racional, porque los demás están locos. Pablo es un buen chaval que se ve obligado a convivir con la familia de su chica, Susana (Elena Ballesteros). Aguanta el calvario que vive en esa casa echando mano de su santa paciencia, y del amor que profesa a su novia. Pero, con el tiempo, irá impregnándose de la carga irónica y ácida de Los Mata.
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¿Usted traga tanto como su personaje? Yo aguanto mucho, pero no perdono que me engañen o me falten al respeto a mí o a los míos.
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¿Qué otro papel le hubiera gustado hacer en la serie? El papel de mi cuñado, Marcos (Iván Massagué). Es un personaje difícil de hacer pero muy, muy gustoso.
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¿Está listo para el nuevo baño de fama que le llega? Es el alto precio que debo pagar por dedicarme a esto, aunque me gustaría pasar inadvertido. Por suerte, empatizo con la gente. |
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