jueves, 27 de septiembre de 2007

UNA SERIE CON CALIDAD PERO SIN AUDIENCIA.


La actriz Ana Álvarez (Jerez de la Frontera, 1969) se ha ganado credibilidad en el cine español (Jarrapellejos Cha, cha, cha). Premiada hace años en el Festival de Estocolmo y de Cartagena de Indias con su personaje en La madre muerta, de Juanma Bajo Ulloa, no se había implicado en la televisión hasta que le ofrecieron un título del que defiende su calidad, Quart, la serie inspirada en la novela de Arturo Pérez Reverte La piel del tambor que emite Antena 3. Álvarez cree que el público está madurando, que cada vez elegirá mejores series y que poco a poco se verá otra televisión en España.


¿Desconcertada por los datos de audiencia?
Hay calidad. Además, tiene intriga, un triángulo amoroso, y es un producto muy orientado a la televisión.

Usted ha hecho poca televisión ¿Por qué?
O bien porque estaba haciendo cine o porque lo que me han ofrecido no me ha gustado. Lo bueno de Quart es que tiene lo mejor de la tele, es decir, que la ve todo el mundo, y la calidad del cine.

¿Qué le parece la televisión como espectadora?
Los gustos del público están madurando y se están eligiendo buenas series, aunque por ahora sean la mayoría norteamericanas ya que las españolas aún están por detrás. Poco a poco se está empezando a ver otra televisión.

En Quart interpreta a una restauradora de arte, una mujer con un poso muy dramático...
Es una mujer profesional, muy de hoy, fuerte y luchadora. Un personaje bonito, con muchas contradicciones a nivel sentimental y humano. No me identifico mucho con mis personajes, pero en este caso sí, desde el amor profundo que tengo a mi trabajo, como Macarena al suyo.

¿Y en los conflictos sentimentales?
En una situación como la de Macarena, nunca. Quiere a dos hombres de distinta manera. Está entre dos amores. En su día amó al sacerdote, pero eso no puede fructificar. Rehizo su vida, y de repente él vuelve a aparecer.

Le dado sobre todo papeles de intensidad dramática. ¿Encajan más con sus características?
Sí es verdad que me dan más esos papeles, con lo cual tengo experiencia acumulada. Pero a mí no me importa tanto el género de una obra como que el perfil del personaje sea interesante, esté bien escrito. Se me conoce mucho por La madre muerta, que es un drama, y quizá por eso se destaca de mi ese rasgo dramático. Pero soy alegre, me encanta el sol y tengo buen humor, aunque a los directores les encanta verme llorar.

Llegó a la interpretación a través de la moda...
Yo quería ser periodista o escritora. Pero una vez que probé la interpretación no lo quise dejar. Llegué a Madrid y a través de terceros me propusieron ser modelo. A esa edad te ofrecen viajar y dices que sí rápidamente. Estuve en Japón, Grecia... Viajé mucho. Y raíz de entonces me ofrecieron intervenir en una película. En definitiva, una serie de casualidades fantásticas, pero después de hacer el primer largometraje me metí en la Escuela de Arte Dramático y dejé todo porque para ser actriz no hay que estar tonteando con otras cosas.

Con la distancia del tiempo, ¿cómo ve ahora la polémica sobre el peso y las tallas de las modelos?
Me parece bien que se regulen estas cosas por el mensaje que dan las modelos y por una cuestión de salud.

El atractivo físico le abrió las puertas...
Abre tantas como cierra. Cuando los personajes se describen sólo porque son atractivos, cosa que pasa, suelen ser papeles horrendos, sin contenido. El cine está muy en mano de hombres y cuando sólo se busca que una actriz sea guapa pintan personajes poco reales que cuesta sacar adelante. Tengo suerte en Quart porque Macarena es un personaje precioso. Y en La madre muerta, Juanma Bajo Ulloa fue muy valiente porque confió en mí para un perfil muy complicado.

Muchas actrices se quejan de que se escriben papeles para mujeres muy jóvenes, y consideran que cumplir años sienta peor a una actriz que a un actor...
Ocurre incluso más aquí que en Hollywood, donde actrices como Julia Roberts tienen una edad y acceden a personajes interesantes. En España se sigue pensando en gente muy joven. Yo tengo suerte porque la genética me está tratando bien, pero no entiendo por qué se escriben papeles para chicas de poca edad porque cuando una empieza a ser buena actriz es a partir de la experiencia, al ir cumpliendo años. Sin embargo, los hombres tienen mejores papeles y a una edad que pueden hacerlos. En Hollywood, además, están escribiendo series para mujeres de cierta edad. Ahí está Cinco hermanos o Mujeres desesperadas.

LAGUIATV

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