viernes, 28 de septiembre de 2007

NANCHO REGRESA CON ULISES.


NANCHO NOVO sera una de las caras de la nueva comedia social de A3TV llamada EL SINDROME ULISES;
Vuelve a sus orígenes, a la medicina, al menos en la ficción...
No sé si me valdrá de algo haber estudiado medicina durante cinco años. Este es un médico que de estudiante era el típico rojo de facultad de los años 70. Un tipo al que le queda el resabio de haber luchado frente a los grises, y se trasluce en su espíritu de compañerismo, pero que se ha vuelto bastante escéptico ante las cosas y lo que quiere es que le dejen trabajar tranquilo. Le fastidia bastante que llegue un niñato pijo de una escuela estadounidense y le dirija a él, que lleva veinte años en el centro de salud. Pero únicamente me veo reflejado en él en esa parte de mi carácter un poco canallita.

¿Por qué dejó en su día la medicina después de estudiar durante cuatro años?
Yo quería ser actor desde que estaba en primero. Ahora le dices a papá que quieres ser actor y te mete en una escuela de arte dramático, pero entonces, en 1975, se reían de ti, ni se molestaban en reñirte. Era impensable para un tipo que había sacado buenas notas y con todo un futuro por delante que quisiera dedicarse a un oficio que se consideraba de putas y maricones, que decían en casa. Socialmente se ve hoy de otra manera. Pero fue la decisión más importante y la mejor tomada de mi vida.

Además, es usted multidisciplinar. Tiene una banda de rock, es escritor...
Yo soy un contador de historias al margen de la fórmula que emplee para ello, ya sea interpretando o porque las escribo o las canto. Pero básicamente soy actor, porque me gusta meterme en la piel de otro.

¿Y el rock?
Es una pasión. Ha sido una afición a la que me dediqué desde los años de facultad, aunque últimamente la he dejado un tanto aparcada. Me dio muchos reveses económicos pero muchas alegrías.

¿Quienes han sido sus ídolos?
La música que mamaba desde pequeñito son los espirituales negros, los gospell del Mississippi que practicaba con mi hermana en misa, donde yo tocaba la armónica.

¿Y qué referencias tenía en la interpretación?
Admiraba mucho a José María Rodero. Tuve el inmenso placer de conocerle, trabajar y trabar con él una buena amistad. Soy actor porque era un fan de Rodero en sus Estudios 1. Era mi ídolo.

Siempre dicen que es el actor fetiche de Julio Medem...
He trabajado en tres películas con él, pero yo te aseguro que Julio Medem no tiene fetiches. Tengo con él un proyecto pendiente que es cine pero no largometraje, un encargo del Museo de Francfort.

A la hora de escribir sus textos maneja un humor ácido, jocoso y a la vez trágico... ¿Ve así la vida?
No participo de la idea de que hay que reírse de todo. Hay cosas que no admiten risa. Hay que reírse de la muerte, pero no de la de un niño, ni de los malos tratos, ni de tantas cosas.

Por lo que dice en sus espectáculos, parece escéptico sobre el ser humano...
Yo digo que los seres humanos nacemos malos, egoístas y de derechas. Y a ser buenos, generosos, pacíficos y de izquierdas se aprende.

A usted le suelen clasificar en la onda de lo alternativo...
Nadie se acuña a sí mismo como alternativo. Al no hacerte ni caso te convierten en eso.

¿Qué le puede dar la televisión?
Cosas buenas y malas. Las malas son una popularidad indeseada, porque es muy intensa y muy falsa, muy fugaz. El cine te da una popularidad más tibia pero más sólida. En televisión se vive una competencia extrema y te puede echar de la parrilla un programa que ni siquiera es del mismo género. Eso me parece muy perverso, tanto para los espectadores como para los actores. Por lo demás, estar trabajando en una serie de ficción me parece una maravilla.
LAGUIATV.

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