La publicidad en TVE es uno de los caballos de batalla de los operadores privados en España. Por eso ayer reaccionaron con euforia y bastante ironía al anuncio del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de que los anuncios podrían desaparecer de las pantallas de la televisión pública gala. "Nos gustaría que aunque sólo fuera para este tema, hubiera un Sarkozy en España", asegura Ramón del Corral, secretario general de Uteca, el organismo que agrupa a todas las cadenas de televisión privadas.
"Confiamos en que el presidente de la República francesa influya lo suficiente en la Unión Europea, como ha hecho en otros temas, de manera que se prohiba desde Bruselas la publicidad en las televisiones públicas. De esta manera si no lo conseguimos por la vía española lo conseguiríamos por la vía europea", añade Del Corral.
Uteca remitió al Gobierno una propuesta en julio pasado en la que hacía hincapié en su petición de una reducción paulatina de la publicidad en TVE, de tal manera que en 2010, fecha probable de la conclusión del primer contrato programa de la cadena pública, la limitación fuera de siete minutos por hora, frente a los 12 actuales.
El pasado mes de noviembre, Uteca volvió a la carga y solicitó por carta una entrevista al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para reclamarle el cumplimiento de sus promesas. Hasta ahora La Moncloa ha dado la callada por respuesta. Ramón del Corral espera, sin embargo, que el "efecto Sarkozy también influya en esto en el presidente del Gobierno" y éste les reciba "rápidamente".
Lo cierto es que el 29 de junio de 2005 las privadas le arrancaron al presidente el compromiso formal de reducir la publicidad de TVE en tres minutos por hora para pasar de los 12 actuales a nueve. A cambio, los operadores privados firmaron con el Ejecutivo la llamada paz digital. Al día de hoy sigue siendo una promesa, aunque algún paso se ha dado.
Por sorpresa, el Gobierno introdujo en los Presupuestos de 2008 la reducción de un minuto por hora de la publicidad de TVE, pero la medida no fue bien recibida por las privadas. Según éstas, es totalmente ineficaz. Aseguran que sólo se verá un efecto positivo si se limita a nueve minutos por hora la participación de TVE en la tarta publicitaria. Una reducción de tres minutos supondría liberar para el sector privado unos 72 millones de euros anuales.
Que el Gobierno cumpla su promesa es ya "una necesidad urgente" para los operadores privados, "porque se vislumbran unos años muy difíciles", en palabras de Alejandro Echevarría, presidente de Telecinco y de Uteca.
La esperanza de las cadenas privadas está puesta ahora en la negociación del contrato programa de TVE, entre el Gobierno y la pública. Este instrumento establecerá la financiación de RTVE para un periodo de tres años. Y todo indica que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero reducirá en cada uno de los años un minuto la publicidad de TVE, hasta llegar a los tres prometidos, siempre que gane las elecciones generales del próximo 9 marzo.
La reforma de RTVE establece una financiación mixta. Por una lado le permite acudir al mercado publicitario y, por otro, le garantiza financiación del Estado para subvencionar el denominado servicio público. Por tanto, la reducción de la publicidad siempre será compensada mediante aportaciones desde las arcas públicas.
Si en España se llegara a prohibir la publicidad en TVE, el sector privado sería el beneficiario directo de esta medida y podría repartirse unos 700 millones de euros al año más. Para este ejercicio, los presupuestos de la cadena pública prevén unos ingresos por publicidad de unos 720 millones de euros.
No todo el dinero que TVE dejará de ingresar al no emitir anuncios iría de manera automática a las cadenas privadas. Según las centrales de compra, recogerían una gran parte, pero otra cuantía nada despreciable se canalizaría hacia otros soportes, básicamente prensa, radio e internet.
Las cadenas privadas también vienen denunciando desde hace tiempo que las públicas "están tirando el precio de la publicidad". Según sus cálculos, el precio por impacto en España es el 50% del segundo más bajo de Europa. Esto permite, en opinión de Uteca, que muchas marcas se anuncien aquí en televisión, cuando en otros países tienen que ir a otros medios más baratos. Otro de los efectos perversos criticados por las privadas es la saturación publicitaria de las televisiones españolas.
Hasta ahora, el foco está puesto en TVE, pero las cadenas autonómicas, cada vez más numerosas, también copan una parte importante de la tarta publicitaria.
ELMUNDO.ES
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