miércoles, 19 de septiembre de 2007

EL CORAZON DE JORDI.



JORDI GONZALEZ conductor de LA NORIA a sido entrevistado por INTERVIU:

Su programa es de corazón, de actualidad, o de actualidad del corazón?

—Es un programa de actualidad. Lo que ocurre es que hay veces que la actualidad pasa por el corazón. Pero se centrará sobre todo en la actualidad política.

—¿Oiremos un “¡Que te calles, Rajoy!” en vez de un “¡Que te calles, Karmele!”?
—En principio, no creo que vengan políticos a debatir. Pero sí es posible que oigamos cómo un tertuliano le pone las pilas a Rajoy o a Zapatero.

—¿Teme que sepan lo que hizo usted la última semana o es de sobra conocido?
—Yo nunca he expuesto mi vida personal, porque no tiene ni morbo ni interés, pero si lo dices por el programa, me parece estupendo que me sigan. Es un honor que vean lo que yo hago, aunque sea para reírse de ello.

—Un catalán conduciendo ‘La noria’. ¿Tan mal está el tema del transporte en Barcelona?
—Está francamente mal el transporte urbano y otras muchas infraestructuras que nos están dando el verano a los catalanes.

—¿Dónde hay más caos, en la crónica rosa o en la política?
—La realidad es caótica. Pero creo que hay más caos en la política que en el corazón.

—¿Vendería su alma al diablo por un 23 por ciento de ‘share’ o prefi ere invitarle a su programa?
—Prefiero invitarle. Al diablo y a Ratzinger, para hacer un cara a cara, aunque estoy convencido de que en muchas cosas no polemizarían.

—¿La noria sirve para remover la salsa rosa o es una expresión más de la dolce vita?
—La noria es una metáfora de la actualidad. Lo que hoy está arriba del todo, pasado mañana está abajo. Y lo que anteayer estaba olvidado, vuelve a ponerse de actualidad. Puede llegar a ser mareante.

—Dicen que va a llevar la crispación a su programa. ¿Eso significa la vuelta de los hermanos Matamoros?
—No, pero tenemos la suerte de vivir en un país donde podemos hacer debates en televisión. Y si lleva a la crispación significa que es un debate vivo, que llega a las vísceras de la gente.

—¿Algún día se hablará del corazón de los políticos?
—Tendría morbo, audiencia y sería éticamente factible. No sé qué diferencia hay entre un político y un cantante. Además, ya se ha intentado. Recordemos a aquel candidato socialista que en un debate mostró la fotografía de una señora que era conocida del alcalde de Madrid. En una campaña de catorce días, quedó esa imagen.

—¿Cuánto hubiera pagado por las fotos de doña Letizia en bikini?
—Nada en absoluto. No es algo que me produzca el más mínimo interés. Lo que no quita que la monarquía pueda ser un debate de ‘La noria’.

—¿Hay dos Españas?
—Hay dos por lo menos. Igual que también hay dos Cataluñas como mínimo.

—¿En cuántos autógrafos por hora está su índice de popularidad?
—Tiene gracia, pero el sitio donde más autógrafos por hora he firmado en mi vida ha sido en Nueva York. Me encontré en la Quinta Avenida con un mogollón de españoles que estaban esperando ver famosos, y como al único que vieron fue a mí, pues aprovecharon. Fueron ciento cincuenta por lo menos.

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