De repente, una cortinilla y ¡zas! El protagonista no es el protagonista. O sí, porque mantiene su identidad, pero tiene otra cara. Tal cual, en medio de un capítulo. Más de uno se frotaría ayer los ojos al ver el capítulo de la telenovela 'Marina' que emite La 1 de TVE a las 17.00 horas.
Sí, sí, hay personajes que desaparecen de las series, eso no es nuevo. Pero la diferencia estriba en que en ésta no es el personaje el que se va de viaje al extranjero y no se le vuelve a ver o sufre un accidente que le hace pasar a mejor vida. No, aquí Ricardo Alarcón se queda y se va Mauricio Ochmann, el actor que lo encarnaba en este culebrón mexicano.
¿Dónde va? Pues la cortinilla advierte de que el precipitado cambio (tanto que ni siquiera dio tiempo a los guionistas a buscar una excusa para que se produjera entre un capítulo y otro) se debe a problemas de salud. Y parece que en realidad, efectivamente, Ochmann se tiró tres meses ingresado en una clínica tras algunos excesos.
Lo cierto es que, a pesar de que las diferencias entre los rostros de los protagonistas con tan sólo unos frames de por medio sí es sorprendente, no es la primera vez que empieza y termina una serie con distintos actores haciendo el mismo personaje.
Ha sucedido en 'Prisionera' (empezó con Mauricio Islas y terminó con Gabriel Porras), en 'Mujer de madera', (al principio la protagonista era Edith Gonzales y después fue Ana Patricia Rojo porque la primera se quedó embarazada a mitad de grabación y tuvo que abandonar la serie) y en 'Locura de amor' (sustituyeron a Adriana Nieto en las últimas semanas de emisión de la telenovela).
ELMUNDO.ES
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