Mediapro, el grupo controlado por Jaume Roures, acumula compromisos de pago por derechos deportivos por un importe de 2.289 millones de euros, según reconoce en la documentación que ha entregado al Registro Mercantil de Barcelona. Esa cifra representa unas setenta veces sus fondos propios y casi doscientas veces los beneficios del pasado año. En las cuentas, la empresa admite que un banco ha renunciado a ejecutar una deuda después de haber incumplido las ratios financieras pactadas. La sociedad espera recibir auxilio del Grupo Imagina "en caso de un posible desequilibrio financiero".
La actuación de la empresa que administra Jaume Roures en relación con los derechos deportivos ha dado lugar a la llamada segunda guerra del fútbol, en la cual Sogecable (empresa controlada por PRISA, el grupo editor de EL PAÍS) ha llevado a los tribunales a Mediapro por incumplimiento de contrato.
Las cuentas anuales de Mediaproducciones, SL entregadas al Registro Mercantil de Barcelona dan idea de la magnitud de la apuesta de la empresa por esos derechos deportivos. Con unos fondos propios de tan sólo 32,36 millones, la sociedad se ha embarcado en la compra de derechos deportivos, asumiendo "ciertas obligaciones, entre ellas, el pago de aproximadamente 2.289 millones", cifra calculada al cierre de 2006.
La política de la empresa es no contabilizar esas cantidades como deuda en el balance. Pese a ello, la propia empresa da cuenta de algunos problemas. Mediapro explica que "en el contexto de la financiación recibida para la adquisición de determinados derechos por parte de una de las sociedades del grupo", la empresa ha otorgado ciertas garantías al banco que prestaba el dinero. Y sigue: "A 31 de diciembre de 2006, algunas de las sociedades garantes del grupo incumplían las ratios financieras establecidas en el mencionado préstamo como consecuencia del endeudamiento financiero con otras sociedades del grupo. No obstante, el banco ha renunciado formalmente a ejercitar su derecho de vencimiento anticipado sobre la deuda", indica la documentación entregada al Registro Mercantil. Es decir, el banco ha perdonado la ejecución inmediata de la deuda.
Mediapro, que cuenta con financiación del Institut Català de Finances, del Instituto de Crédito Oficial y de los principales bancos privados, reconoce la posibilidad de problemas de liquidez, porque parte de los activos a corto son deudas de filiales que no sabe si va a cobrar ni cuándo. Tras hacer referencia a "la incertidumbre en cuanto al momento del cobro o pago de los saldos vencidos con compañías del grupo", Mediapro explica que "el Grupo Imagina proporcionará liquidez a la sociedad en caso de un posible desequilibrio financiero". Con todo, Mediapro considera que "los riesgos de negocio y financieros a los cuales se enfrenta la sociedad son los habituales y no se prevé variación sustancial sobre los mismos", y que la sociedad tiene "políticas de gestión sobre dichos riesgos que considera adecuadas".
El importe neto de la cifra de negocio de Mediapro creció un 333% en 2006, hasta 195,4 millones, de los que 164,3 millones se facturaron en España y 31,1 millones en el extranjero. En las cuentas anuales, Jaume Roures ha decidido "omitir la información sobre las ventas netas por actividad, al considerar que la publicación de dicha información puede acarrear graves perjuicios" para Mediapro.
En cuanto a Imagina, es fruto de la fusión de Mediapro y Árbol Producciones. Está controlada por sociedades domiciliadas en Holanda. Según sus cuentas, también depositadas en el Registro Mercantil de Barcelona, Imagina tiene compromisos de pago por derechos deportivos que suman 2.499 millones. Esa cifra, que incluye los compromisos de Mediapro, supone unas cien veces los beneficios logrados por el grupo el pasado año y unas 18,5 veces su patrimonio neto o fondos propios a 31 de diciembre de 2006.
El beneficio de Imagina se vio lastrado en 2006 por las pérdidas de La Sexta. La actividad de la licencia de televisión supuso un quebranto de 77,7 millones, de los que 54,3 millones corresponden al grupo y el resto a socios minoritarios. Imagina reconoce que "las proyecciones de este negocio [La Sexta] reflejan importantes pérdidas para los próximos ejercicios".
EL PAIS.
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