Paseando un día don Jacinto Benavente por la calle se le acercó una madre y le preguntó: «¿Don Jacinto que tiene que hacer mi hijo para ser actor?». El premio Nobel le contestó: «Señora, ¿cuanto aguanta su hijo sin comer?». Aquellos eran tiempos duros para el mundo de la interpretación, pero los de ahora... qué sería sin las series de televisión.
«La mayoría de la profesión vive de la televisión: los actores conocidos viven muy bien y el resto sobrevive», apunta Iñaki Guevara, actor y secretario de Organización de la Unión de Actores (UA). Según fuentes del sector, el grupo de los top, como un Imanol Arias, un Fernando Tejero o un Antonio Resines, por ejemplo, pueden cobrar entre 60.000 y 72.000 euros por capítulo; unos escalones más abajo, hay muchos intérpretes que se mueven en una horquilla que va de los 7.000 a los 15.000 euros.
Pero como en todas las profesiones, también en el mundo de la interpretación existen diferencias salariales. ¡Y vaya diferencias! Al margen de las negociaciones individuales con los protagonistas, marcadas por su propio caché, el papel y el número de episodios, hay una variada relación de tarifas para los episódicos (aparecen en un número reducido de capítulos), los secundarios y la figuración.
Un modelo de presupuesto de una serie es el siguiente: los jóvenes de serie adolescente rondan los 6.000 euros; los actores episódicos –aparecen en uno, dos o tres episodios– 700 euros por sesión, y si son conocidos, 1.500. Sorprenden más las nóminas en figuración, donde se valora al alza hasta la raza. Un negro o un oriental cobra 90 euros por sesión, frente a los 34 de un nacional. Y si tienen la suerte de tener frase: una, 80 euros; dos, 100 y tres, 120.Incluso los bebés y los animales tienen una caché asignado: los primeros, 120 euros por día de grabación. Los segundos, 30. Y si un adulto es, además, hábil con el malabarismo, por ejemplo, puede llevarse a casa 150 euros por jornada de trabajo.
«El cine da prestigio, pero la casa la pago con las series de televisión», dice un conocido actor de la ficción española. Y si hace unas décadas muchos consideraban que trabajar en televisión era rebajarse, ahora esa percepción ha cambiado. «Antes los buenos actores de cine y teatro no hacían televisión y ahora todos quieren trabajar en ella, porque además de que sacan una buena pasta es una gran promoción», dice Amado Cruz, director de casting –con siete series de TV y una veintena de películas–.
Según datos de la UA, un 66% de los actores aproximadamente tiene que combinar su profesión con otros trabajos; un 22% más o menos, sobrevive sólo actuando; y el resto trabaja todos los días. «Los primeros espadas se ganan muy bien la vida y en algunos casos les deja tiempo para hacer otras cosas», señala Jaume Banacolocha.
Este productor ejecutivo de Diagonal TV ('Amar en tiempos revueltos', 'Ventdenplà', 'Dos lunas' –próxima ficción de Antena 3), no duda: «La televisión está dando vida a la profesión. Ahora estamos viviendo un momento álgido en el audiovisual con mucha producción y de bastante calidad, y ello se está traduciendo en que la televisión ha creado su propio 'star system'».
Un 30% del presupuesto
Y el éxito o el fracaso de una ficción española ya empieza a afectar al mundo del cine. «Un batacazo en una serie de televisión afecta bastante a la hora de confeccionar un 'casting' con actores o actrices que hayan participado en ella», asegura Amado Cruz. «Antes tenían bastante reticencia a trabajar en televisión, no se atrevían, pero las cosas han cambiado. Ahora muchos repartos de teatro y de cine se hacen con gente que ha trabajado o trabaja en series», señala Mireia Acosta, productora de Videomedia ('Hospital Central', 'MIR', 'Ris Científica').
En términos generales, la parte artística se lleva entre un 25% y un 30% del presupuesto del capítulo de 70/80 minutos de duración de una serie –ahora la media se sitúa entre 500.000 y 600.000 euros– y según comentan algunos profesionales del sector, «al pagar más a los actores se reduce el presupuesto para grabar en exteriores o para cuidar más la ambientación».
Pero este argumento lo niega Luis San Narciso, director de casting de Globomedia, la productora más potente de ficción en España. «Antes pasaba algo de eso porque el actor estrella cobraba mucho dinero, pero eso ahora ha cambiado: los repartos son más corales y cada vez se invierte más en exteriores, en vestuario, en decorados». Y pone como ejemplo 'Los hombres de Paco', 'El internado', 'Cuéntame', 'Los Serrano', 'El Comisario'.
En lo que sí hay coincidencia general es que la televisión ha revitalizado el mundo de la interpretación. «Con 'Periodistas' se empezó a abrir un camino. Ahora hay mucho trabajo y se ha dignificado la interpretación en televisión», concluye San Narciso.
EL MUNDO.
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