La televisión alemana estrenará a principios de 2008 el primer canal funerario del mundo, Etos TV, que rendirá homenaje a los seres queridos, ya fallecidos, por parte de quienes estén dispuestos a encargar un obituario televisado, por supuesto, previo pago.
Por el módico precio de 2.000 euros puede solicitarse una tele-necrológica de unos dos minutos de duración que será repuesta por el canal unas diez veces a lo largo del día.
Una puesta de sol, niños jugando en el parque, una montaña nevada o un fulgurante cielo azul son algunas de las imágenes de recurso que los clientes pueden incorporar al obituario de sus parejas, padres, hijos, primos o tíos, acompañadas, eso sí, de fotografías tanto del fallecido como de la familia.
La cadena también ofrece a sus clientes una amplia gama de piezas musicales y reflexiones acerca de la paz del más allá, con varias voces "en off".
El creador del proyecto y ex jefe de Marketing de la cadena privada RTL, Wolf Tilmann Schneider, justifica la iniciativa por la necesidad de las televisiones de diversificar su producto y considera que el mercado funerario está todavía por explotar.
"Cada año mueren en Alemania 800.000 personas. Si tenemos en cuenta que cada uno tiene cuatro familiares, amigos y compañeros de trabajo íntimos, cerca de 3,2 millones de alemanes se enfrentan cada año al tema de la muerte", ha señalado Schneider en una entrevista con el diario popular "BZ" de Berlín.
La programación de Etos TV, que ha montado sus estudios en la localidad de Glienicke, junto a Berlín, se complementará con reportajes sobre cementerios que, según Schneider, son concebidos por mucha gente como "oasis de tranquilidad y reflexión".
A través de satélite o vía internet, familiares y amigos podrán comprobar cómo su tío, su padre, su mujer o su mejor amigo disfrutan a título póstumo de sus dos minutos de fama.
ELMUNDO.ES
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