martes, 20 de noviembre de 2007

ANDREU SE AUTOELOGIA Y ALABA A ZP ANTE LA LLUVIA DE CRITICAS AL HUMORISTA POR SU PELOTEO.

 Entrevista con Zapatero

Lo de La Moncloa fue un subidón para el programa, para la cadena y para mí mismo. Algo así como un premio a tantas y tantas noches de esfuerzo y risa. No soy yo el que deba valorar la entrevista en sí misma. Ni tampoco creo que se tercie un análisis exhaustivo. Yo, personalmente, me quedo con el momento de charla tranquila y sosegada que se generó. Con el paso adelante de un presidente que, sin condiciones ni supervisiones, abrió las puertas del mayor centro de poder del país a un programa de humor. Ni yo soy Larry King, ni aquel era el día para ganar un Pullitzer. Así me lo planteé. Con mis nervios y temores, claro. Dejándome caer en los brazos de la responsabilidad, la improvisación y el buen rollo. Así es como soy. Para lo bueno y para lo malo.

Zapatero me pareció un hombre que ama su oficio. Que es plenamente consciente del cargo que ocupa y que disfruta explicando el engranaje de la democracia. Creo que es más feliz trabajando para España que peleándose por ella. Sabe lo complejos que somos todos los depositados en este territorio y está por guardar la tranquilidad para pensar en lugar de chillar. Para arrimar hombros en lugar de lanzar dardos. No personaliza el poder. Siempre habla del "gobierno". De un plural que vive en su cabeza. No entró en valoraciones políticas, pero los que le atacan por falta de personalidad, están errando la estrategia.
Como ya vieron, me nombró vicepresidente in pectore. Lo primero que voy a hacer es dimitir. Porque lo mío es la risa. ¿O se creará un ministerio de la risa? A lo mejor ya existe. ¿Transportes?

ANDREUBUENAFUENTE.COM

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