
-¿Cómo ha sido la experiencia de rodar en Orense?
-Se agradece grabar en espacios naturales. Se reciclan las tramas y eso es positivo para el espectador y para nosotros, aunque supone un porcentaje mucho mayor de trabajo.
-¿Qué secuelas le han quedado a su personaje tras pasar por la cárcel?
-La principal es que no sabe qué hacer con su vida: se plantea dejar el Central y por ello viaja a Galicia, necesita relax y distanciarse de Madrid.
-No me creo que Vilches abandone el hospital.
-Pues fíjese que esa es la primera decisión que toma tras salir de prisión. Y hasta ahí puedo contar: entenderá que no le voy a destripar el futuro del personaje.
-Después de la que ha pasado, Vilches tendrá prioridad en el reparto de tramas buenas, ¿no?
-Todavía puede soportar muchas cosas malas más. Vilches se presta a que le pase de todo: es el personaje con más matices de toda la serie, tengo un auténtico bombón en las manos.
-¿Qué le gustaría que le pasase?
-Me gustaría que se fuese a una ONG, a África a ayudar a los demás.
-Encaja con su nueva faceta. No se ofenda, pero su Vilches se ha ido desinflado: ya no es el malo de la serie que nos prometieron...
-Se ha ablandado un poco, pero sigue siendo igual de gruñón y borde que al principio, lo que pasa es que las circunstancias por las que ha pasado le han acercado más al espectador.
-Que le adora: eso no es propio de un antipático que se precie...
-La verdad es que cae bien, la gente le quiere; al menos eso es lo que me dicen cuando hablan conmigo por la calle.
-¿Qué capítulo está rodando en la actualidad?
-Ya vamos por el 200, será una edición especial en la que, con ocasión de la celebración de una boda, volverán a la serie de forma episódica Cruz, Santiago Bernal y Elisa, entre otros.
-LA RAZON.
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