jueves, 7 de octubre de 2010

La gran esperanza de la izquierda,Tomás Gomez promete liberar a los trabajadores de la manipulada Telemadrid.

Gómez adelanta por la izquierda a Zapatero para ganar a la "neoliberal" Aguirre
El secretario general del PSM, Tomás Gómez (EFE)


Tomás Gómez quiere llegar por la izquierda a la Puerta del Sol. Ahora que José Luis Rodríguez Zapatero presume de ortodoxia ante los mercados internacionales, el flamante candidato socialista a la Comunidad de Madrid reivindicó este miércoles los principios socialistas para vencer a la "neoliberal" Esperanza Aguirre. Gómez fue ratificado en la sede de UGT como cabeza de cartel del PSM en el primer Comité Regional celebrado tras la batalla de las primarias. Un cónclave ideado para escenificar la unidad del partido, pero que no pudo sofocar el enfrentamiento que todavía sacude al PSOE.

El ex alcalde de Parla fue recibido con una larga ovación y con cánticos de "¡Presidente, presidente!". Sonrientes, también aplaudieron Trinidad Jiménez y los integrantes más conocidos de su candidatura: Jaime Lissavetzky, Pedro Zerolo, Beatriz Corredor, Rafael Simancas o David Lucas, entre otros. Pero este esfuerzo por demostrar públicamente el cierre de filas en torno a Gómez se había desmoronado horas antes. Las declaraciones de Alfonso Guerra, Antonio Hernando o el diputado autonómico César Giner evidenciaron que las heridas todavía no han sanado.

La desconfianza entre ambos bandos continúa, ya que los vencedores dudan de la buena voluntad de los perdedores, y estos temen una purga como represalia. Zapatero y José Blanco han admitido tímidamente una parte en la derrota de Trini, pero hay voces dentro del partido que consideran que eso no es suficiente. La demostración de que la cúpula del PSOE sigue dividida tuvo lugar el lunes, durante la reunión de la Dirección Permanente. Hernando, diputado y secretario de Política Autonómica, y Elena Valenciano, responsable del área de Internacional, se expresaron con dureza en contra de Gómez, pese a la actitud conciliadora de Blanco.

Hernando dio ayer una nueva prueba de su nerviosismo durante la tertulia del programa La Ventana, en la Cadena Ser: "¿Qué quieren, que nos marchemos?", exclamó al ser cuestionado por su apoyo, y el de Blanco y Zapatero, a la ministra de Sanidad. Y es que, si el lunes José Bono pretendía apuntarse al carro ganador de Gómez, ayer Guerra aseguraba sin remilgos que Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba habían fracasado respaldando a la "señorita Trini".

Para el ex vicepresidente del Gobierno, la victoria del líder del PSM supone el último fogonazo del guerrismo, la corriente que partió de los socialistas madrileños, y que, apenas evolucionada, ha ayudado a ganar a Gómez. No en vano, entres sus apoyos destacaba la ex ministra Matilde Fernández, o los cuadros procedentes del llamado sector acostista, como el diputado regional José Cepeda.

Movilizar a la izquierda y liberar Telemadrid

Y si el guerrismo disfrazó en la década de los 90 su lucha por el poder interno con la defensa de los valores socialistas frente a los renovadores, Gómez aspira a representar hoy a "la mayoría de izquierdas" de la Comunidad de Madrid para ganar las elecciones. En su discurso, el candidato del PSM se comprometió incluso a "liberar" a los trabajadores de Telemadrid del papel "vergonzoso" que, a su juicio, les impone Aguirre.

Así, la receta de Gómez para vencer a la "neoliberal" presidenta popular pasa por movilizar a toda la izquierda madrileña con un "proyecto socialdemócrata" que reivindique lo público y acabe con el "pensamiento único". El líder del PSM pretende acabar con la idea "de la derecha" que "pone el dinero en el centro" y mide la valía de cada uno según su patrimonio o riqueza. Para ello, intentó explicar en su primer discurso como candidato que la crisis proviene de Estados Unidos y de una ideología neoliberal que se ha traducido en millones de parados en España. "Es momento de que los Estados pongan las reglas del juego en la economía, es momento de hablar de valores", señaló.

Gómez no reparó en los recortes que está llevando a cabo el Gobierno central, ni en el cambio de discurso que ha protagonizado Zapatero en los últimos meses. Su objetivo es atraer a los jóvenes desempleados y a la izquierda tradicional que abandonó hace años al PSM, incluso en el llamado cinturón rojo de Madrid. Sólo citó al presidente del Gobierno al final de su intervención para darle las gracias por "su apoyo", respaldo que también agradeció a Blanco.

La posible ironía de estas palabras se diluyó en la ovación de los militantes que llenaron el salón de actos de UGT en la capital. Pero Gómez reiteró que "nadie sobra, nadie debe excluirse, todos somos necesarios". "Ya no hay dos candidaturas, ni un 52% contra un 48%, sino un 100% del PSM", afirmó. Eso es lo que esperan quienes han luchado contra el ex alcalde de Parla durante su mandato, como el diputado autonómico César Giner, que ayer advertía de que "los vencedores siempre tienen la delicada tarea de administrar su victoria".

El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, también expresó su esperanza en que Gómez no purgue el Grupo Municipal en el Ayuntamiento de Madrid, ni la Asamblea autonómica, donde una buena parte de sus miembros respaldó la candidatura de Jiménez. Como primer paso para firmar la paz, la ministra de Sanidad acudió al Comité Regional con una inusitada alegría: "Hoy es un gran día para el PSM".

Elconfidencial.com

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