Según los datos recogidos por El Confidencial Digital, este mismo jueves tuvo lugar la despedida oficial del directivo gallego que fue relacionado en alguna ocasión con el ala ‘progresista’ del Bloque Nacionalista Galego.
Fichado como adjunto al director general dentro del organigrama de la cadena, un puesto que nadie supo nunca definir muy bien internamente, Suso Iglesias nunca encontró un cometido claro que desempeñar.
Hace un año, recibió el primer encargo concreto: viajar de Madrid a Barcelona para controlar los guiones del polémico ‘G-20’ que presentaba por entonces Risto Mejide. Y así fue. Suso Iglesias pasaba tres días a la semana en la ciudad condal intentando moderar los desmanes del programa que dirigía Oscar Cornejo y un agresivo equipo de guionistas que provocaron más de un dolor de cabeza en Fuencarral.
Imágenes ‘robadas’ a otras televisiones, utilización de músicas originales sin pago de derechos, comentarios mordaces e hirientes y durísimos ataques a personalidades tan dispares como: Zapatero (“Zapatillas”), Berlusconi (“no tengo tetas pero también trabajo para usted”), la cantante Rosa López (se metió con sus kilos), María Dolores de Cospedal (“la serpiente del verano”), Leire Pajín (“veinte mil eurista”), Fernando Alonso (“su ego no tiene freno”), Ana Rosa Quintana (“la Hello Kitty made in Spain”), Yola Berrocal (“miss silicona”)…
Sin embargo, la intervención de Suso Iglesias en este caso ha sido calificada internamente como de “catastrófica”. No cumplió su cometido. Su presencia no surtió efecto y las presiones se hicieron insostenibles. El equipo de La Fábrica de la Tele en Barcelona se saltó todos los controles y Suso Iglesias regresó a Madrid.
A su vuelta, fue reubicado como director del Área de Estrategia de Contenidos de Telecinco y se le encargó la gala del 20 Aniversario de la cadena. Desde ese momento, en abril de este año, Suso Iglesias no ha tenido encargado conocido.
Ahora se marcha y ha decidido abandonar Madrid: pone rumbo a Galicia.
Elconfidencialdigital.com
Fichado como adjunto al director general dentro del organigrama de la cadena, un puesto que nadie supo nunca definir muy bien internamente, Suso Iglesias nunca encontró un cometido claro que desempeñar.
Hace un año, recibió el primer encargo concreto: viajar de Madrid a Barcelona para controlar los guiones del polémico ‘G-20’ que presentaba por entonces Risto Mejide. Y así fue. Suso Iglesias pasaba tres días a la semana en la ciudad condal intentando moderar los desmanes del programa que dirigía Oscar Cornejo y un agresivo equipo de guionistas que provocaron más de un dolor de cabeza en Fuencarral.
Imágenes ‘robadas’ a otras televisiones, utilización de músicas originales sin pago de derechos, comentarios mordaces e hirientes y durísimos ataques a personalidades tan dispares como: Zapatero (“Zapatillas”), Berlusconi (“no tengo tetas pero también trabajo para usted”), la cantante Rosa López (se metió con sus kilos), María Dolores de Cospedal (“la serpiente del verano”), Leire Pajín (“veinte mil eurista”), Fernando Alonso (“su ego no tiene freno”), Ana Rosa Quintana (“la Hello Kitty made in Spain”), Yola Berrocal (“miss silicona”)…
Sin embargo, la intervención de Suso Iglesias en este caso ha sido calificada internamente como de “catastrófica”. No cumplió su cometido. Su presencia no surtió efecto y las presiones se hicieron insostenibles. El equipo de La Fábrica de la Tele en Barcelona se saltó todos los controles y Suso Iglesias regresó a Madrid.
A su vuelta, fue reubicado como director del Área de Estrategia de Contenidos de Telecinco y se le encargó la gala del 20 Aniversario de la cadena. Desde ese momento, en abril de este año, Suso Iglesias no ha tenido encargado conocido.
Ahora se marcha y ha decidido abandonar Madrid: pone rumbo a Galicia.
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